Advertencia a todos los usuarios

Próximamente: Rediseño completo del blog, cambio del título y de nombre de mi perfil. ¡No me perdáis la pista!

domingo, 13 de septiembre de 2009

Primer escrito. 28 de diciembre de 2008.


(Nota: los escritos no están exáctamente por orden cronológico. Este es el primero de los que escribí que he sido capaz de encontrar o rescatar, pero si más adelante encuentro otro de aún más atrás, lo pondré especificándolo)
No sé si esto va a hacer bien a nadie, sólo quiero desahogarme, por eso lo hago en un documento de texto en mi propio ordenador y no en un blog donde la(s) persona(s) que se pueden sentir dañadas con lo que ahora voy a escribir puedan leerlo.
Hoy he dado el paso más importante de mi vida.
No sé si lo he hecho bien o lo he hecho mal (yo espero que bien, si no creyera eso evidentemente que no lo habría hecho).
He tenido que elegir entre dos hombres cual es el amor de mi vida.
Entre Isra (Garfield) y Fran (duende verde).
Y como esto es para mí, no hace falta que explique quiénes y cómo son Isra y Fran.
He elegido a Isra. ¿Por qué? Por muchos motivos.
 

1. Evidentemente, uno de los motivos es porque llevo con él dos años, tengo muchos recuerdos y muchos sueños con él.  
2. Por razones de lógica, si al pensar en separarme de él no era feliz, ¿por qué iba a hacerlo? No tengo que pensar que le debo nada a Fran. El problema es que siento como si le debiera algo por ser los dos como somos (románticos, reflexivos, soñadores…). Pero lucharé contra esa sensación por el bien de mi amor.  
3. Quiero a Isra. No solo a su forma de ser ni a su imagen, lo quiero por el todo: él, su forma de ser, su imagen… Pero como soy una romántica, hasta a Isra le puedo aplicar todos los términos que quiera, y lo quiero por: su manera de hablarme, como por la de gritarme, su manera de sonreír, la manera que tiene de mirarme cuando lo hace, por sus ojos, lo quiero porque cuando me ve triste hace lo que sea por verme feliz, lo quiero porque cuando tiene algo para mí, lo mínimo que sea, le brillan los ojos, lo quiero cuando me hace cosquillas, cuando se enfada, cuando hace algo por hacerme reír, cuando sabe que voy a enfadarme cuando él haga algo y aún así desee hacerlo, lo quiero porque a veces no puede evitar querer el trozo más grande, por pensar que somos lo más importante el uno para el otro, porque sé que confía en mí hasta la muerte, porque su amor se ha demostrado con algo más que palabras, y, en fin… Porque lo quiero y punto, el amor no es racional.
 

Y, entonces, ¿por qué me enamoré de Fran? Esto va por ti:


---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------





Te conocí, y de verdad, aunque ahora te duela, no me atrajiste nada. Además, eras la típica persona de la que al verla suelo pensar: “No es mi tipo”. Y luego empezaste a atraerme. No sexualmente, como acostumbráis a creer los hombres, sino “por la pena que desde el interior gritas en silencio”, como tú muy bien dices en tu blog, en el que sigues sin mostrarte tal cual eres.

¿Sabes? La verdad es que Ariadne no es tan mala detective, lo que pasa es que sabe hacerse la tonta, como hacemos las mujeres cuando no queremos hacer daño. ¿Recuerdas el primer día que me acompañaste a la estación? Bien, pues en ese momento, yo ya sabía por qué deseabas quedarte a mi lado, sabía lo que intentabas. Que no quisiera creérmelo es otra cosa No he tenido ningún buen amigo con el que no haya tenido problemas de este tipo, y creí que tú eras la excepción, como según tú eres con todo lo que haces. Creí que podíamos ser buenos amigos y punto. Creí que no intentarías camelarme con buenas o malas artes. Creí que a él lo apreciabas. Creí que tenías cierto respeto por una chica (o niña, o mujer) que creía haber encontrado al amor de su vida, que era feliz. Creí que tu experiencia con Emma te habría marcado lo suficiente como para no volver a meterte con una chica con pareja.

Y me equivoqué.

Ya me he equivocado tantas veces, que no me duele tanto. Pero de ti sí. Porque aún sabiendo lo que ya sabías, seguiste adelante. Y conseguiste lo que querías, ¿no? He estado a punto de destrozar mi relación, una relación bonita, sana, feliz. Aún no sé si este fantasma desaparecerá alguna vez de mi vida, si me habrá marcado para siempre, si no seguiré con la duda hasta el día de mi muerte. Aún no sé si mi relación ya está destrozada. Por tu culpa. Pero, aunque te duela, quiero que sepas que voy a hacer todo lo posible porque eso no suceda. A mí también me duele estar hablándote así, aunque sepa que nunca lo leerás. Pero si es la manera de olvidarte lo haré. Por mí. Por Isra. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Me he sacado algo del veneno de dentro. Pero no todo. Porque yo también siento, y sé que a Fran lo quiero, o lo he querido, o lo querré. Sé que él no va a permitir que lo olvide del todo. A lo mejor pasan semanas, pero sólo un segundo, con una mirada, un toque de la mano o una palabra estoy segura de que hará que recuerde toda esta semana (sí, aunque parezca increíble, este caos apoteósico solo ha durado una semana), me hará dudar, hará que vuelva un día más al oscuro pozo en donde me hallo aún encerrada, aunque me doy cuenta de que empiezo a subir.

Y ahora, solo una vez, como para compensar lo fuerte que tendré que hacer todas esas veces, aunque sé que voy a llorar, y que no debería hacerlo, voy a abrir mis conversaciones que he tenido con él por el puto Messenger (sin el cual no hubiera pasado nada de esto) y las voy a leer de cabo a rabo una vez más. Luego tal vez las borre (si tengo valor), pero intentaré que después de esta noche esas palabras no vuelvan nunca más a clavarse como llamaradas en mis ojos. Prometido.

Y después de leerlas, para resurgir de mis cenizas, voy a coger el diario que empecé el 20 de enero de 2007 (lejano ya), y lo voy a leer de cabo a rabo también. Eso cerrará un poco mi herida.

No sé si lo hago como un ritual para quemar mis sentimientos, para acabar de hundirme para luego, como el fénix, resurgir de mis cenizas o para probar una vez más cuanto puedo resistir.

Sea por lo que sea, el deber me llama.

Amén.  

28 de diciembre de 2008 
(después de esto, no hace falta aclararlo, hubo un cambio de ideas y de planes. Lo que no sea capaz de explicar con los escritos de aquella época lo haré de mi palabra. Besos) 



3 comentarios:

Ana-Banana dijo...

Gracias por tus ánimos, de verdad.
Era una mujer muy valiente =)


Besitoos.

Eme dijo...

No creo que un blog, ni unos sentimientos expresados hagan daño*

sigue expresandote* besosdulces*

viejos miedos dijo...

muchisimas gracias por tus palabras:)
seguiré dejando aquí algun glup glup.
sigue escribienque nadie calle nunca lo que sientes:)
un besito