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miércoles, 9 de septiembre de 2009

La verdadera historia de mi blog y de mi.

Quería hacer saber a los que me leen, que, durante un tiempo, voy a publicar unas entradas en mi blog que pueden considerarse algo extrañas, por no estar en sintonía con lo que realmente ahora siento y sabéis que siento. Os contaré primero un poco mi historia:


Cuando yo empecé a publicar en este blog, fue a raíz de una pesadilla extraña que comenzaba a tomar fuerza en mi vida, que se hacía demasiado real, hasta que se volvió completamente real. Yo, que tenía una maravillosa relación con el amor de mi vida, que había mantenido durante dos años, yo, que creía en el amor único y exclusivo para toda la vida, yo, que solo tenía que mirar a la cara al hombre al que amaba para ser feliz, había sucumbido y me había enamorado (en realidad, creí enamorarme) de otro niño.


No tenía nada de especial, salvo el hecho de que quería desesperadamente ser especial. Intentaba por todos los medios que alguien creyera sus mentiras patológicas y se adentrase en su mundo caótico de fantasía. Quería conseguir conmover a alguna mujer (la que fuera) con su falso estilo romántico del siglo XIX, su "alma en pena" y sus escritos en su maldito blog que estaban literalmente copiados de blogs de verdaderos escritores. Anhelaba que una chica le quisiese, le diese algo de mimos y por supuesto sexo (lo que quieren todos a esa edad), pero, como no tenía verdades con que conquistar a una mujer, eligió una rocambolesca mentira que antes de darse cuenta se había hecho más grande que él  (lo que realmente tampoco es muy difícil, ni literal ni figuradamente). Y la idiota que se creyó esta mentira... Oui. C'est moi.


Destrocé mi felicidad y mi tranquilidad, creí estar enterrada con vida al enfrentarme al hecho de que pasaría el resto de mi vida con un hombre amando a otro en secreto. Pero no fue así. Mi chico, valiente como pocos (he aquí un verdadero caballero), y con esa fe ciega en mi, de las que mueve montañas, me dijo: "adelante". Permitió que fuese con ese falso romántico, y que me diese cuenta yo sola de lo que él ya se había dado: que no es oro todo lo que reluce, y que nadie puede pintar un mundo de colores con tiza: en cuanto llueve, se va.

Así que... Bueno, lo que pasó a partir de entonces, lo iré contando a base de escritos, donde pondré la fecha en la cual los escribí (seguro que no os perdéis... me pasaba el día escribiendo por aquella época).
También, por si a alguien le interesa, editaré mis antiguas entradas para ponerles etiquetas (especificando a quién van dirigidas), así se verá el transcurso real de la historia más estúpida, ridícula y condenadamente infantil de mi vida.
Así que las que estén etiquetadas con "Garfield" serán para mi chico de toda la vida, y las que sean "duende verde" serán para el falso bohemio.
Espero que me leáis.
Gracias a todos.
Anais.

1 comentario:

F. A. dijo...

Qué bonito.