Intentando recordarme que ahora es odio lo que tengo que sentir por tí

No sé a qué jugaste, aún no me lo has dicho (sé que no me lo has dicho todo, ni te voy a pedir que lo hagas, ¿para qué?). Ya que has cerrado tu blog, espero que no mires el mío, no te des cuenta de que ahora sí escribo, de que el blog ha vuelto a tener sentido, ya que el "olvidándote" era para tí y no para otro.

No puedo creer que de nuevo esté hundida en esto, no puedo creer que después de tanto tiempo otra vez sienta en mi propio cuerpo ese llanto del que no tiene esperanza ninguna, no puedo creer que vuelva a llorar con cada canción, ni que vuelva a cerrar los ojos sólo para recordar... Recordando el último beso que te he dado sin poder creer que de verdad fuese el último, y lo peor de todo, tú no sabías que sería el último... Ni siquiera tuve valor para pedirte un beso más, el que tendría sabor a despedida, y ahora estoy muriendo porque me falta, porque mi cuerpo no va a acostumbrarse a dejar de sentirte cada mañana y a soñarte cada noche, y mis ojos llorarán sangre cuando les cuente que tienen que dejar de buscar los tuyos a cada rato, cuando sepan que la última vez que les dejé que te recorriesen fué al verte marchar desde mi banco...

Nunca podré saber si estoy enamorada de tí o del hombre que creí que eras, el que ya sé que solo existe en mis sueños, pero al que puse tu cara, tu cuerpo, tus gestos, tu voz... (porque tú quisiste que así fuera). Vivia feliz sin conocerte, sin amarte, sin morir por tí... ¿Por qué tuviste que hacerme esto? ¿Por qué no me lo dijste antes de que yo lo supiese sola? ¿Por qué?

¿Y por qué te marchaste sin darme un último beso, por qué me diste esa caricia que todavía me quema, por qué sigo sintiendo tu olor aún cuando estás a km de distancia (y a 10000 km de mis besos), por qué te tengo tan cerca si sé que nunca más volveré a tenerte? ¿Cómo he podido enamorarme tanto y aún sabiendo que todo es mentira seguir queriéndote con cada parte de mi corazón hecho pedazos?

¿Por qué soy tan tonta y por qué lo eres tú también?
¿Por qué no dejo de buscarte en mi pantalla si sé que ya no estás?
¿Y por qué sigo humedeciendo palabras en las páginas de un cuaderno rojo si sé que no son tuyas?